La celulitis son pequeñas depresiones que se forman en los glúteos y piernas debido a la tendencia de la hormona femenina a acumular grasa en estas regiones y al alineamiento de las fibras que unen los músculos y la piel. Las cicatrices causan molestias estéticas en casi todas las mujeres a partir de los 30 años y, si no se tratan, pueden progresar a bultos, rigidez local y dolor. El depósito de grasa provoca la distensión de la piel a medida que las fibras que unen la piel al músculo tensan el tejido. Esta oposición de fuerzas provoca la depresión característica de la celulitis. En su primera etapa, la celulitis solo se puede observar a través del tacto.

Identificada por el organismo como reserva energética, la grasa localizada en glúteos y piernas es la última opción de fuente de energía para las actividades diarias o durante los ejercicios físicos, quedando almacenada. La acumulación de grasa en la región dificulta la circulación sanguínea y la dilución de esta misma grasa, lo que favorece el aumento de tensión, provocando celulitis grado II, con depresiones visibles. Gradualmente, la tensión causada en las fibras forma una cicatriz interna llamada fibrosis. Pasados ​​los 30 años el organismo reduce paulatinamente la producción de colágeno, favorece el endurecimiento de las fibrosis y la aparición de celulitis grado III. El aumento de la tensión en las fibrosis provoca inflamación, formación de nódulos y dolor, caracterizando el grado 4 de celulitis. En este sitio encontrará consejos para la prevención y el tratamiento de la celulitis.

en los hombres, la incidencia de celulitis es menor porque la hormona masculina favorece la acumulación de grasa en la región abdominal; además las fibras se alinean oblicuamente, lo que conduce a un aumento de grasa hacia el músculo y no hacia la superficie, haciendo que las irregularidades sean menos visibles.